BECAS
Francisco José Díez
España
En las manos de Dios












No hay nada más fascinante que asistir a un alumbramiento, el momento en el que una persona se verá marcada por el lugar en el que esté siendo parido. No es lo mismo nacer en una clínica privada europea que hacerlo en Uganda ayudado por una partera. No lo es ni para el futuro al que cada uno se enfrentará ni para la madre que, en ese momento, está dando a luz.
Esas diferencias son las que me llevaron al corazón de África. Sentía la necesidad de ver cómo se vivía allí ese acto: entre las dificultades por carecer de los servicios médicos más básicos, las mujeres paren en ‘maternidades’ improvisadas , pero la luz y el color del continente más pobre del mundo las rodea de una belleza evocadora que hace que, por un momento, se olviden las penalidades por las que frecuentemente pasan.
Lejos de esas frías y asépticas luces fluorescentes de los blancos hospitales, la maternidad se vive como algo más natural, más animal, como si de un rito ancestral se tratase.
Tal es mi pasión por este acto que da origen al mundo que me gustaría poder ampliar esta investigación fotográfica en diversos países, para mostrar, a través de mis imágenes, cómo cambiando la vida y la sociedad cambia la forma de concebir el parto.
Si bien he de decir que la realización de esta primera serie africana no ha sido un camino de rosas, ya que no es fácil para un hombre occidental, cámara en mano, adentrarse en terrenos exclusivos para mujeres, ya que allí los maridos dejan a sus mujeres en manos de las parteras y se olvidan de ellas hasta que tienen que ir a recogerlas tras el nacimiento del bebé, una vez superados los problemas de confianza logré establecer unos lazos auténticos y hermosos que dotan, como dice una colega, de una “tremenda carga humana y una emotividad inexcusable a estas fotografías”.