En "Copying Claudia” me convierto en un ser híbrido que a través de fotos y vídeos juega a vivir la vida y la profesión de Claudia Schiffer. Unas veces suplantándola, otras buscándola y otras replicándola en una relación estética que navega por la admiración, la obsesión, el humor y los sueños.
El proyecto es un "work in progress" que llevo realizando desde hace más de cuatro años, donde la idea inicial es reflexionar, desde un punto de vista irónico, sobre la imposición de iconos y el ansia de alcanzarlos. La cultura pop y el universo del ego son las bases sobre las que articular un discurso (que en el fondo es mucho más personal) sobre la identidad y la autosuperación a través del cual construir mi propio personaje reflejándome en esta musa con la que he crecido desde la infancia. La identificación con ella es tan profunda que se diluyen las barreras de género, convirtiéndose en una transformación ambigua, como algo que viene dado por ser un hombre que imita a una mujer, pero que no pierde su esencia masculina. Yo no dejo de ser yo mismo. Lo importante para mí es el hecho de que todos somos únicos y estamos construidos de las cosas que nos han inspirado desde la infancia.
Llevar tantos años sumergido en el proyecto me ha servido para realizar un ejercicio de honestidad e implicación creativa, llevando hasta la obsesión cada detalle en lo que para mí ha significado una catarsis creativa y donde finalmente más que un ejercicio de copia, ejerzo un estudio sobre mi propia vida: mi autorretrato. Todo lo que nos hace diferentes nos puede hacer únicos. Si convertimos esa supuesta rareza en un diamante en bruto sobre el que construir una identidad o un sueño seremos libres, porque a pesar de lo que muchas veces imponen los grupos y la sociedad, todos somos únicos y singulares. Al ponerme al lado de Claudia Schiffer quiero sentir de algún modo que no importa lo pequeños que seamos y los defectos que tengamos. ¿Por qué no soñar con ser quien queramos ser? Todo está al alcance de nuestra mano.