Antología de Gervasio Sánchez en Palencia

  El fotoperiodista, profesor de EFTI y Premio Nacional de Fotografía Gervasio Sánchez presentará esta semana en Palencia su 'Antología', una exposición que a través de 128 fotografías recorre algunos de los escenarios bélicos más importantes del siglo XX y ahonda en su horror de mano de sus víctimas. La Fundación Díaz Caneja de Palencia será el espacio en el que, del 11 de septiembre al 2 de noviembre, podrán contemplarse las 128 fotografías realizadas por el fotoperiodista en El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Los Balcanes o África y en las que, en blanco y negro y en color, adquieren especial protagonismo sus víctimas. En concreto, la exposición se inaugurará el jueves día 11 de septiembre a las 13.15 horas y posteriormente, a las 20.30 horas, Gervasio Sánchez explicará sus fotografías a los asistentes. Además, según han confirmado a Europa Press fuentes de la Fundación, a finales de septiembre se pondrá en marcha un ciclo de proyecciones vinculadas a los temas que el fotoperiodista aborda en las obras de la muestra. 'Antología', que hace en Palencia la octava parada de su itinerancia, iniciada con motivo de la concesión a Sánchez del Premio Nacional de Fotografía 2009, compila 128 fotografías que, ordenadas de manera cronológica, vertebran un recorrido que comienza, a mediados de los 80, en América Latina y que transita luego por Balcanes y África para detenerse, en sus dos últimas paradas, en dos proyectos monográficos del autor: 'Vidas minadas' y 'Desaparecidos'. El primer capítulo está dedicado a América Latina (1984-1992), escenario en el que Gervasio Sánchez se inició en el ámbito del fotoperiodismo, allá por 1984, y donde, de forma autodidacta, realizó sus primeros reportajes sobre el conflicto bélico de El Salvador, el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua o el drama de las desapariciones en Guatemala. El primer capítulo está dedicado a América Latina (1984-1992), escenario en el que Gervasio Sánchez se inició en el ámbito del fotoperiodismo, allá por 1984, y donde, de forma autodidacta, realizó sus primeros reportajes sobre el conflicto bélico de El Salvador, el triunfo de la revolución sandinista en Nicaragua o el drama de las desapariciones en Guatemala. De Centroamérica se desplazó, de manera intermitente y a lo largo de los años siguientes, a países latinoamericanos como Chile, que vivía la dictadura de Pinochet, o Panamá, pasando por países azotados por la violencia como Perú y Colombia. Sus fotografías de esa época, casi siempre en color e inéditas, se enmarcan en la órbita clásica de la fotografía de prensa: "sintéticas y contundentes, cercanas y sobrias, despojadas de artificios ornamentales". De los balcanes nace ' El cerco de sarajevo' La serie 'Balcanes' (1991-1999), iniciada en el marco de la desintegración de Yugoslavia, marca un "punto de inflexión decisivo" en la trayectoria de Gervasio Sánchez: en septiembre de 1991 se traslada a Croacia para cubrir la guerra serbo-croata para, poco después, en 1992, viajar a Bosnia-Herzegovina para documentar el sitio de Sarajevo. Allí obtiene imágenes en color de gran impacto sobre la violencia a la que era sometida la población civil, que conjuga con un seguimiento más intimista de la vida diaria en la retaguardia en blanco y negro. Del asedio a la capital bosnia nace su primer libro, 'El cerco de Sarajevo' (1994), una obra bibliográfica a la que seguirá una docena de libros más de temáticas muy variadas. La relación de Sánchez con los Balcanes se estrecha en 1995 con el fin de la guerra en Bosnia, lo que le permitió iniciar un seguimiento de algunos de los protagonistas de sus imágenes de guerra y mostrar, con sus testimonios, el efecto de las minas antipersona y desvelando el drama de los desaparecidos. En 1998, el estallido de la guerra en Kosovo le lleva de nuevo a los Balcanes para cubrir el conflicto armado y la terrible deportación de civiles albanokosovares hacia Albania. Además de en la antigua Yugoslavia, una buena parte del trabajo de Sánchez en la década de los 90 se desarrolló en África (1994-2004), donde una vez más fue testigo de trágicos acontecimientos como el genocidio y los estragos del cólera en Ruanda, el penoso éxodo de refugiados hacia Congo, la devastadora hambruna en Sudán, las ejecuciones en las calles de Monrovia, las salvajes mutilaciones en Sierra Leona y el drama de sus niños soldado. Sierra Leona es el país al que dedicará más tiempo y esfuerzos y donde documentó la guerra pero también la llegada de la paz, así como las salvajes mutilaciones y el proceso de rehabilitación de ex niños soldados. Es en esta parte de la exposición donde los visitantes podrán contemplar imágenes muy conocidas, en blanco y negro, y fotografías en color prácticamente inéditas y que ahondan en escenas de vida cotidiana, lejanas a los grandes desastres del continente. Fue en África, en 1995, donde nació 'Vidas minadas' (1995-2007), uno de sus "grandes proyectos documentales": una trilogía "de gran valor histórico" sobre los efectos de las minas antipersona en diferentes países del mundo —Afganistán, Angola y Camboya, los más minados— que concluyó en noviembre de 1997 con un libro y una exposición y que plasma, en blanco y negro, numerosos aspectos relacionados con el drama de las minas: desde los accidentes fortuitos en el campo hasta los procesos de rehabilitación de las víctimas, pasando por la diversidad de prótesis y la vida cotidiana de los amputados. Particular interés despiertan las historias de tres jóvenes víctimas a las que el fotógrafo ha hecho un riguroso seguimiento a lo largo de los años: la del camboyano Sokheurm Man, el bosnio Adis Smajic y la mozambiqueña Sofia Elface Fumo. Los 'Desaparecidos' (1998-2010) constituyen la última parada de la muestra y el proyecto documental "más relevante" de Gervasio Sánchez, además del más complicado dada la imposibilidad de visualizar a las víctimas desaparecidas. El drama de la desaparición forzosa ha atravesado toda su vida profesional, desde sus inicios, en la Guatemala de 1984, y entre 1998 y 2010 dedicó "enormes esfuerzos" a documentar el drama de los desaparecidos en diez países de tres continentes, incluida España, país en el que el autor nunca había trabajado anteriormente   Fuente: 20 Minutos