Everything Speaks to Them of Themselves

Utilizando el caminar como una práctica estética me apropio de la figura literaria decimonónica del flâneur, el vagabundo/vagabundo sin rumbo que va a la deriva por la ciudad para experimentarla desde fuera de la lógica del consumo, interpretándola así como un embudo de símbolos.

Esta obra es el resultado de una serie de dérivas realizadas por Madrid en tono de "detective benjamínico" es decir aquel que va por la multitud en busca de las pistas de un crimen; un crimen que finalmente se descubre como la misma ciudad representada como un páramo territorial bajo las fuerzas abstractas e impersonales del capitalismo tardío.