ALUMNOS

Conversaciones con el mar


Todo empezo con un accidente en las playas de Cozumel, en México. Un grupo de amigos, mi novio y yo salimos a bucear sin haberlo hecho jamás. Las cosas iban bien
hasta que el clima cambio y el mar enfureció, por lo menos eso me parecía. Yo, inocente aprendiz y aventurera, entré al oceano por diversión, solidaridad y estupidez.

Mi corazón palpitaba demasiado rápido ya que tenía que recordar cada paso de como sobrevivir y no quedarme debajo del mar por error, como respirar con el nuevo equipo de buceo y al mismo tiempo disfrutar o al menos disimularlo en frente de mis amigos.

Mi mirada se ennublecia debido al agua que entraba por los pequeños orificios entre la piel de mi cara y la máscara de buceo. Dentro de las pocas instrucciones recibidas para bucear y antes de avalanzarnos a esta gran aventura, recordé como era subir a la superficie para limpiar esta máscara de buceo, pero para ésto había que tener muy presente un paso más, que era inflar el chaleco salvavidas con un botón que yo no podía encontrar….Ah! y en ese momento de temprana desesperación, recordé que los equipos de buceo cuentan con pesas para poder bajar mas fácilmente y ese peso se transformó en mi peor enemigo, también recordé que estaba con mi periodo… como podía tener esos dos pensamientos al mismo tiempo? me parecía realmente absurdo, pero quién diría que estaba a punto de experimentar una de las enseñanzas más duras pero al mismo tiempo más enriquecedoras de mi vida. Enseñanza que me ayudó a sobrellevar mi PMDD (Premenstrual Dysforic Disorder). Aquí fué donde todo realmente empezó…comenzó un revoltijo de confusión, angustia, miedo, culpa, sangre y agua salada para matizar el momento, y al mismo tiempo que yo pataleaba mas rápido e intenso, me sumergía más y más, y luchando lograba salir algunos instantes a la superficie para tomar aire, llegaban a mi, recuerdos, pasajes de mi vida, de una realidad que no conocía, visualizaciones, colores y SIN MÁS comencé a tragarmé el mar, a dejar de respirar, y en mi mente, yo solo pensaba lo mucho que quería VIVIR. EN ESTE VIAJE ETERNO DE UN MINUTO aproximadamente, encontré intranquilidad y paz al mismo tiempo, y fue entonces cuando una mano me jaló y me llevó a la superficie, era mi novio en aquel momento…Verdaderamente lo vi como un ángel…salvó mi vida.

En este proyecto incluyo las sensaciones que tuve en ese minuto de eternidad y los pensamientos que pasaron por mi mente de confusión, valentía, reconocimiento a mi misma y también las cicatrices que he tenido durante la vida, haciendo hincapié que son la única forma visual y táctil para comprobar la existencia de lo que se vivió y realmente paso, y tambien imágenes que surgen de mi forma de sanación con energía.

Así mismo este trauma, me ha llevado a amar el mar, claro después de muchas meditaciones y visualizaciones llenas de color y practicas energéticas. Las conversaciones que he tenido con él, me han hecho verlo con ternura y mucho respeto. Conversaciones en donde le agradezco lo que viví ese día y lo que he vivido hasta hoy.
Por las situaciones difíciles por las que he pasado, me enseñaron a ser paciente, a estar presente, a como respirar para no caer en pánico y tener la mente más lúcida,
conversaciones en las que lo invito a ser mi amigo y mi complice. También me enseñó la vulnerabilidad y lo valioso de decir NO o SI con decisión, sin importar lo que otros piensen, sin tratar de complacer.


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