Maica Valencia Pla (España)

  La duración del tiempo, para cada individuo, es percibida de manera variable según su propia biografía, sus expectativas y los acontecimientos a los que se enfrenta. os habéis fijado que la mayor parte del tiempo en un hospital lo pasas en espera? Cada espera es única, cómo únicos son cada uno de sus protagonistas y sus circunstancias. No hay una medida que las defina. Lo único que se repite una y otra vez, día tras día, semana tras semana es el escenario característico. El fluir cansado de las horas muertas rechazadas por los relojes. El no ocurrir nada. Es una trampa del destino indescifrable donde los ecos de las ilusiones vagan de aquí para allí sin encontrar una tregua. La soledad disuelta en la resaca indefinida de una respuesta coherente que te ayude a situarte. Es una dualidad, es calma y desaliento. Es el sentirte vacío y ahogado por la misma pregunta: Y si? Es la búsqueda de un espejismo coherente que te ayude a situarte. Es la perdida y la entrega al desconcierto. El bailar de murmuraciones vagas mientras, oscilamos entre la consolación y el desconsuelo. Hay muchos tipos de espera y entre ellas se encuentran las mías. Un momento anestesiado, un espejismo de una historia que ya fue. El eco de una voz muerta disuelta en el blanco de las paredes, en las sabanas limpias, en los uniformes inertes y los pasillos infinitos. Es una dualidad, es el vacío y el ahogo, es la tensión y la calma. La fragilidad de nuestras convicciones se desnudan ante tantas contradicciones. La frialdad de la luz, una camilla, la morgue, una cortina, un quirófano, la higiene que se respira intentado borrar cualquier huella de antiguos trazados, las puertas invisibles , que no sin miedo acrecientan las dudas de querer entrar son los testigos y los protagonistas de estos fragmentos contenidos. No quiero fotografiar el que busca, el que encuentra o el que se pierde. Intento convertirme en el que ve y en el mirar se identifica. La interacción del individuo con la carga psicológica del espacio, de lo que se deja ver y lo que se esconde como punto de referencia. Apuntando a la _ noción de realidad_  como una experiencia relativa he intentado captar una estenografía universal donde el espectador puede encontrar significados y le atribuya sentido a las imágenes. El proyecto hace uso de la fotografía y de su condición reflexiva para evocar complejidades de un tiempo y un espacio donde nos perdemos de la vida a la muerte, y de la muerte a la vida tan callando.