Miguel Oriola en el ABC

Entre el 2 y el 9 de junio La Fábrica organizaba la PHotoBook Week; un programa de conferencias, presentaciones, firmas de libros, talleres y una feria con grandes nombres de la fotografía, desde autores y editores, hasta críticos. Una semana dedicada al fotolibro con novedades editoriales españolas e internacionales, proyectos de autoedición destacados, editoriales especializadas en fotografía de todo el mundo como Mack, Steidl, Aperture, Thames & Hudson, Pepperoni Books, KWY Books o Phaidon.

Es dentro de esta agenda donde varios profesores del Master mostraban sus libros más recientes:  Eduardo Nave presentaba "Like", Jesús Micó hablaba de "Un Cierto Panorama", Cristina García Rodero hacía lo propio con Lalibela y  Miguel Oriola, nos traía su proyecto NON-INSANE AUTOMATISMO en el Fanzine Fotofobia#10 , que es una monografía con su trabajo más reciente y su obra a lo largo de toda su trayectoria.

Abrumado por las palabras que había escuchado durante la Presentación de Miguel Oriola, el ABC publicaba el 15 de junio estas palabras sobre él:

ARTE -DESGENERADO

Asistir a presentaciones como la de Miguel Oriola en la Fabrica me hace reconciliarme con los “Fotografos”, y casi diría que con el genero artístico en general.

Esta va a ser de las pocas presentaciones en las que encontramos a un autor que, mas allá de mostrarse a si mismo (como si su sola presencia o sus fotos en sucesión sin casi contexto bastaran) se molesta en hablar de su proceso creativo. Porque Oriola no solo nos mostró su obra- el libro que acaba de editar y que es una joya en si misma, mas alla de las encuadernaciones grandilocuentes y de los intereses creados por los grandes lobbis editoriales - también nos habló de su próximos proyectos, de su forma de entender la fotografia, su método de trabajo su proceso creativo: Toda una rareza, porque aveces, en una de esas mal llamadas “Master CLASS”, el autor te cuenta su método de trabajo, o cualquier otra cosa que no sea enseñarte sus propias fotos, (como si el resto fuera un secreto complicadísimo y no se pudiera contar (tipo la formula de Coca Cola pero en foto; “yo te la dejo probar, pero no espere nadie que te cuente como esta hecha).

Con Miguel Oriola , por suerte ha sido distinto: no solo me gustó su trabajo (que sobre ese tema ahondaré mas adelante) sino que asistí a una Master Class, pero de verdad.

Me pareció que estaba asistiendo a la conferencia de un extraterrestre; Porque Oriola se mostró generoso, educativo, claro en sus planteamientos y sin la menor pretensión  de convertir su trabajo en algo críptico o hermético; como hacen últimamente tantos autores, que intentan disfrazar trabajos simples, por no decir “simplones”, en un montón de  conceptos de esos que solo se estudian en grandes “Academias”,  en un intento de darle peso especifico  al humo a golpe de latinajos, o de tecnicismos.

La edición es casi un fanzine;  tiene ese toque casero de lo hecho a mano, de lo artesanal. Seguramente las fotos resultarían mas impresionantes en una pared, en otro formato, con una impresión que no marque tanto el grano. Pero es que no es esa la parte importante del trabajo; lo interesante, lo valioso es lo que cuenta el autor que ha sido  tan importe en el mundo de la moda como para que nadie ponga en duda si es o no fotógrafo (creedme, hay autores del sanedrín que cuando no tienen argumentos niegan hasta la argumentación, con esas salidas tipo” eso no es fotografia” “solo son modas pasajeras” o “ese es artista visual, y no fotografo”)

Pues bien: Miguel Oriola no tiene que demostrar nada a nadie; puede y sabe hacer trabajos que hablan de algo mas que de histogramas perfectos, inmensos formatos, alardes de salón de té para gente del gramio y otras elites bien informadas. Ni falta que le hace. Sale a la calle con su cámara, dispara dejándose llevar por el instinto (como dicen que hacían algunos autores, bajo la influencia febril de las musas).Desde la libertad absoluta del creador que ya no depende de la opinión de los censores ni los jueces del Marketing o el Arte. Para después, desde la la distancia mental, de la conciencia y el silencio de su casa, seleccionar, diseccionar, analizar… crear.

Así explica y muestra su libro y visión fotográfica, que esta hecha a golpe de talento, sin incomprensibles reflexiones teóricas.

Eso es creatividad, y el resto habilidad para los trucos de magia.

El libro, que habla de las visiones oníricas y los desvaríos de un sonámbulo, es arte en estado puro. Y si no lo habéis visto, deberíais buscarlo la próxima vez que vayas a la fabrica a ver en masa a autores con nombre muy conocido pero que raras veces cuentan nada. Aunque eso es otra historia, y como decía Michael Ende, “la voy a contar en otra ocasion”.

ABC