Gerardo Custance en Valey

" Paisaje y Fragmento " es la exposición de Gerardo Custance (antiguo alumno de efti y posterior profesor) que se inaugura el 3 de octubre en Valey, Centro Cultural de Castrillón y que se podrá visitar hasta el 23 de diciembre.

Sobre la exposición cuenta Gerardo:
Continúo tomando fotografías. Quiero seguir salvando fragmentos del camino que tránsito. Intentar rescatar mis huellas del olvido y del implacable paso del tiempo. Huellas, que no son tan sólo paisajes.
Conservo el líquido esencial de esta experiencia del modo más sólido posible, transformando, con mayor o menor acierto, la vivencia en imagen y la emoción en objeto. No es sencillo. Generar una fotografía reflexionada, ejecutada y
finalmente concluida como un artefacto físico, limitado e irremplazable, poseedor de calidades propias y atributos intransferibles; esto es, a día de hoy, relativamente sencillo. Sin embargo dotar a esos artefactos estéticos (tan
susceptibles de generar una reacción y una reflexión sobre los significados de lo representado) de la vibración que atraviesa lo racional para alcanzar el tejido sensible, lo pasional… he ahí lo complicado.

Esto sucede raramente, y es en estas ocasiones que el fotógrafo se configura como una suerte de “medium” que conecta diferentes realidades: la de un fragmento de tiempo pasado que vibró hasta convertirse en objeto y la del tiempo presente en la que el objeto, convertido en paisaje a través de un mecanismo puramente mental del sistema
perceptivo, se transforma en emoción.
Cuando Valey Centro Cultural de Castrillón me invitó a intervenir en el concejo me propuse trabajar con este ánimo, intentando buscar conscientemente esa vibración mental. La belleza del entorno y la cercanía del mar me acompañaron durante varios días en los que me dejé llevar por los requerimientos de un paisaje erosionado y lleno de fuerza. Pero fue la presencia de Requexinos, la histórica zona nudista de la playa de El Sablón, lo que me atrajo inevitablemente. Confluyen en este panorama de belleza salvaje el mar, la tierra y el viento. Y el insignificante humano que contempla el espectáculo y aquel que observando al que observa se siente también insignificante.
El concejo de Castrillón ofrece un misterioso entorno al que observa atentamente. Plantea interrogantes desde los rincones menos domesticados como Requexinos, hasta las áreas donde la producción industrial se hace más presente. Sobrecoge un extraño sentimiento de desamparo cuando el cielo se oscurece y amenaza tormenta. La atmósfera se recarga y acelera el ritmo de la deriva, la búsqueda se torna intensa cuando se precipitan las primeras gotas.
Camino recorrido al fin y al cabo, paso a paso. Dejando tras de sí la intervención humana y las huellas que permanecen: en las playas y las rocas, en los pantanos y lagos, en las montañas, en los caminos que se unen, en la línea del horizonte… en todas las fotografías que conforman esta exposición quedó algo sin resolver. El trazo que dibuja la mirada escruta el paisaje buscando respuestas que tal vez no existen. Puede que las preguntas no sean las adecuadas. O tal vez no haya nada que resolver; seguramente porque son fragmentos que permanecieron en el tiempo como intentos más o menos aproximados a las intenciones que los motivaron. Secciones de un recorrido existencial que no busca conclusiones y desde hace años se reinventa tras cada pausa.