Antonio Navarro

    Nace en 1956 en el barrio de Lavapiés (Madrid). A los catorce años de edad comienza a trabajar de ayudante de laboratorio en Estudio Rodríguez, en la castiza calle Montera, junto a Gran Vía. Allí aprende el oficio del copiado fotográfico bajo las luces rojas y la peste de los ácidos; donde conoce, además, a quien sería su ayudante de siempre, su “pimo” Estanis Núñez. En 1976 ingresa como alumno en el equipo experimental de FotoCentro, embrión de lo que sería la mejor agencia de fotógrafos de España: COVER. Un mes después, y viendo sus copiados, pasa a formar parte del profesorado del laboratorio. El cambio copernicano que la agencia da a la fotografía y al valor de los fotógrafos hace que el copiado de Antonio Navarro sea la pieza clave de su personalidad, calidad e imagen. El contorno negro del cierre de la imagen sobre fondo blanco, junto a su contraste, pasaría a ser la imagen corporativa de COVER, por excelencia. La idea proyectada por Aurora Fierro como presidenta y Jordi Socías como director se potenciaría atrayendo a los mejores fotoperiodistas y documentalistas de los 80 y 90, en plena apertura democrática española. El copiado de B/N era el sello y marca de la casa. El semanario El Globo (Prisa) nace en 1987 y es contratado para formar parte del equipo de fotografía comandada por el editor Chema Conesa. Un año dura esa publicación, pero no las experiencias y junto a varios fotógrafos monta un laboratorio y estudio compartido para trabajar como freelance durante cuatro laboriosos años. En ese espacio de trabajo, que ahora denominan “co-working”, llegó a copiar para Paul Getty US Foundation. Hasta que en 1991 comienza un nuevo proyecto en el laboratorio del diario El Sol (Anaya), formando parte del staff de la sección de fotografía y jefe de laboratorio, realizando también trabajos de editor, junto al jefe de fotografía Miguel González. Dos años duró la publicación pero no cesó el impulso de arriesgar y crear. Cansado de cierres empresariales absurdos y de firmar en las oficinas del INEM, funda en 1993 el estudio Stampa para la realización de proyectos conjuntos de fotografía y laboratorio con la editora Chusa San Martin, Pedro Navarro como administrador y el fotógrafo Carlos de Andrés. En este periodo le encargaron copiar la exposición “25 Años Después: Memoria gráfica de una Transición” para la Fundación Telefónica. Los mejores profesionales del país pasaron por su laboratorio en toda esa década. Diez años después, y finiquitada esa experiencia, ficha en 2003 como maestro de laboratorio en B/N y supervisor en la edición y copiado con las nuevas tecnologías para la empresa Fotosíntesis (Clorofila), aportando su basta cartera de clientes para continuar atendiendo, de manera personalizada, a los mejores fotógrafos; justo hasta su fallecimiento en Septiembre de 2013. “Probadlo todo y quedaos con lo bueno” Bernard Shaw. Podría ser su lema de vida.