Donde los límites se cruzan - Pieza 4 (vídeo)

  Fragmentos de tiempo, marcan la vida en nuestras memorias, allá donde vamos llevamos el recuerdo de nuestros instantes, los que nos marcan como personas y definen nuestro raciocinio. Marcados por nuestra consciencia, despertamos en espacios frágiles que rompen en lo inesperado, volviéndonos vulnerables. Todo,en el fondo, se reduce a la misma cuestión: ser consciente de que tu cuerpo se mantiene donde está por una suerte de mecanismos que funcionan perfectamente, sobre los que la voluntad de uno no ejerce ningún control. Unidos por el llanto, el sentimiento, el cansancio, las crisis  y las emociones, en definitiva por los sentidos, nos definimos como a una misma especie, dejando al margen estereotipos a los que en teoría, necesitamos pertenecer. Sin géneros identificados, sin edades, razas o condición sexual, sin afinaciones políticas, estéticas o ideológicas, la consciencia nos muestra desnudos ante el mundo, desnudos ante nosotros mismos, ante el propio individuo. La búsqueda del ser proyectado al espectador, hace reflexionar en la unión de una única verdad, la fragilidad de la especie humana. Todos formamos parte de un mismo suelo, al final todos somos un Ser frágil que se encuentra en una constante búsqueda o misión frente a su situación social, con un único papel, el de seres humanos. Mi intención, más allá de la estética plástica de la imagen, es el interés de plasmar al ser humano desnudo ante el mundo, la vida y sus propios sentimientos. Espacios donde los límites se cruzan, la fragilidad y su robusta sinceridad, donde nada llega y todo alcanza.